De la rata a la corbata (o cómo creamos y vendimos Pangea Reality)
—¡Le he visto la cola! Te juro que la acabo de ver ¡y ES ENORME!
El 2011 fundamos Pangea Reality.
Hacíamos Realidad Aumentada y Virtual y arrancamos desde abajo de todo.
0 clientes. 0 facturación. 0 imagen. 0 portfolio.
Lo único que teníamos era una rata, que paseaba por el local de mi familia en el que empezamos.
—¡Otra vez! ¡La he visto pero se ha escondido rápido!
Como ves, todo muy romántico. (Le pusimos nombre y todo).
Durante 7 años no paramos de crecer.
Crecimos en equipo, en proyectos y (sobretodo) en facturación.
Aún así, un día tuve una visión que me asustó:
De crecer mucho más nos quedaríamos atrapados.
Y esto me daba pánico.
¿Cómo? Pero ¿crecer no es lo que quiere todo el mundo?
Sí, pero no de cualquier modo.
- A más creces, más equipo necesitas y más necesitas vender.
- Haces un esfuerzo comercial titánico que tienes que repetir una y otra vez.
- Te metes en un bucle que si no controlas puede acabar con el proyecto (y contigo).
Cuidado con crecer a cualquier precio.
Tuvimos que aprender 2 cosas:
- Controlar y hacer rentable un negocio principalmente de servicio. En nuestro caso, vendimos la empresa más adelante, pero para crecer en servicio es muy importante conocer cómo funciona esto y cómo puedes sacar el máximo rendimiento.
- Utilizar la tecnología para nuestro beneficio. Pese a que nos dedicábamos a la tecnología (y teníamos ping-pong), no éramos muy diferentes a una empresa de hace 100 años.
Estábamos rodeados de tecnología pero sin saber utilizarla bien. Me refiero a que no jugábamos bien el apalancamiento tecnológico.
Esto pasa en muchísimos negocios a día de hoy.
Bueno, y también se nos rompió el corazón cuando enterramos la rata (que tenía nombre).
En el momento en el que descubrimos lo que es el apalancamiento tecnológico empezamos a automatizar cosas para facilitarnos la vida (y ganar más, claro).
Creamos sistemas para:
- controlar mucho mejor la producción,
- saber dónde ganábamos y dónde perdíamos
- automatizar el sistema de ventas.
También (y en el mundo tech se ve muy poco) hicimos un gran esfuerzo para trabajar nuestra imagen de marca.
Tuvimos muy buenos resultados.
Así que poco después…
… nos pusimos la corbata.
7 años después de empezar, Deloitte nos compró la empresa y nos integramos.
Y el primer día, todo el equipo se puso la corbata para hacerse la foto.
Uno incluso llevó su corbata de la comunión (true story).
Cambiamos la rata por la corbata y cerramos un círculo.
En Deloitte aprendí muchas (muchas) cosas, e hice un master de lo que es un modelo basado en el servicio.
No son una Big Four mundial por casualidad.
Lo viví de muy cerca, participando directamente en proyectos con más de 900 manos trabajando.
A día de hoy, con la IA, hay una oportunidad enorme de apalancarse sobre la tecnología.
Si te resuena lo que te digo, y aún no estás, te invito a apuntarte a mi lista.
Tengo algunas ideas que te van a gustar.
PD: La rata se llamaba Lester